«Una cuenta corriente en el Cielo»
Las numerosas cartas que tenemos en el archivo de Laura Aguirre no dan demasiados datos sobre su vida, porque es una persona muy reservada y reacia a hablar de sí misma, pero muestran algunos puntos interesantes. Sobre todo las cartas con sus familiares.
Conocemos aquí a una familia dispersa, separada espacialmente, pero unidas por el cariño mutuo y una gran admiración hacia Laura. Además, es una familia de profundas convicciones religiosas y las referencias a este tema son continuas.
Destacan por lo numerosas las cartas de Dª María Baquera Segalerva, segunda esposa de su padre, que siempre le da el tratamiento de “querida hija” y que muestra un extraordinario cariño maternal con ella. Aquí quiero comentar unas cartas de 1954, en su sobrino “Paco” (cuya identidad está por descubrir) le dice a su tía que le agradece las 6000 pesetas que le da (en préstamo, en realidad) para un viaje a América, seguramente de negocios. Luego en otra carta muestra un poco de remordimiento por haber aceptado el préstamo, ya que sabe que su tía tiene dónde emplearlo (no en ella misma, precisamente). Y dice una cosa que me ha llamado la atención:
“Esta mañana en la comunión he pedido muy especialmente al Señor por ti para que te ilumine y puedas hacer muchas obras buenas y con mucho fruto, para que tu cuenta corriente en el cielo aumente continuamente”.
Desde luego, no se puede decir mejor: la cuenta corriente en el cielo de la Sierva de Dios, al contrario que la del banco real, debió terminar con un saldo millonario.