¿Qué funda la Sierva de Dios Laura Aguirre?
Después de varios meses en Álora, Laura Aguirre acoge a un grupo de niñas a las que va a cuidar y educar. Esta labor comienza el 31 de diciembre de 1950 y no concluye hasta su muerte, justamente 38 años después, el último día de 1986. Ahora bien, ¿qué es lo que Laura funda?, ¿cómo llamar a esta institución?
Confieso que, a la hora de hablar o escribir sobre este tema, llegado a este punto, más de una vez me ha asaltado la duda. ¿Orfelinato, escuela, residencia, casa de acogida, albergue? Ninguna de estas palabras termina de cuadrarme para definir la obra de la Sierva de Dios. En Álora a esta obra y al grupo de personas acogidas a la misma se le ha llamado siempre “las niñas de Laura”. Es curioso que, incluso pasando los años, cuando estas mujeres ya tienen cumplida cierta edad nada juvenil, siguen siendo las “niñas”. Es como un título vitalicio.
Laura cuida y educa a las niñas. Quizá la respuesta a mi pregunta pueda encontrarse en el concepto de educación. ¿Qué es educar para Laura Aguirre? ¿Qué se contiene en esa magnífica palabra, tan rica de historia, de interpretaciones, de matices?
En Laura Aguirre, que en cierta forma fue durante su vida una educadora, hay un concepto de educación que yo llamaría integral.
Primero, y básicamente, la educación tiene un sentido religioso. La fe cristiana es el fundamento de todo su proyecto de promoción humana. En su día a día, las niñas comienzan su jornada con una visita a la capilla, donde hacen un rato de oración; la terminan en el mismo lugar, con el examen de conciencia del día transcurrido. Cada vez que Laura interviene con un consejo, con una enseñanza o una pequeña regañina lo hace dándole un sentido religioso, lo hace evangelizando, animando a la caridad, a la confianza en Dios, a la oración.
Educar también es transmitir conocimientos; lo que entendemos por un sentido académico, escolar por educación. Muchas de estas niñas acudieron a la escuela y aprendieron los conocimientos básicos gracias a ella. Algunas hicieron bachillerato y unas cuantas llegan a tener estudios universitarios. Laura da una gran importancia a la formación académica.
La educación también alcanza las buenas formas, los modales, el aseo corporal y el cuidado de la ropa. Laura era una persona distinguida, educada, cuidadosa en sus modales y en la ropa, a pesar de la austeridad, atenta con todos; y esos valores los transmite a sus niñas con la enseñanza y el ejemplo. También las tareas domésticas y las labores (coser, bordar) eran importantes en la educación femenina de aquella época.
Hay otro aspecto no menos relevante: la dimensión afectiva, social; la forma de comportarse y orientarse en la vida. Una de las niñas, que estaba perdida por sus duras circunstancias personales y familiares, después de una intensa charla con Laura, encuentra la dirección correcta por la debe ir. Aquello cambia su vida.
A esta labor educativa en el amplio sentido, se une el cuidado material: techo, comida, salud… Pasa por las noches para dar friegas a las niñas para que entren en calor. Cuando alguna está enferma, se levanta a horas intempestivas para darles las medicinas. Una niña, de la últimas promociones, cuenta como sus cuidados exhaustivos y sus conocimientos de enfermera (como tal había ejercido en la guerra civil) prácticamente le salvan la vida.
Se cuida de la primera comunión de las niñas, de que tengan su vestido y una celebración modesta. Incluso, después de que las niñas abandonaban la casa, seguían vinculadas a ella. Está presente en las bodas y a algunas las ayuda a tener una casa. Les busca un solar y ayuda para que la construyan. Algunas se quedan en la casa trabajando después de independizarse. Muchas vuelven a colaborar o de visita. No pierden su vínculo con ella.
Si hubiera que resumir todo esto en una palabra, ésta no puede ser otra que “madre”. Laura es una madre para todas sus niñas. Muchas de ellas afirman que así lo sienten, que la Sierva de Dios fue “su madre”. Su impulso de caridad la lleva a una relación tan estrecha, tan profunda con sus niñas, que establece con ellas una especie de maternidad espiritual. Y vuelvo a la pregunta inicial: ¿qué funda Laura Aguirre? Funda una familia, una gran familia de cientos de hijas, sostenida a lo largo de muchas generaciones.
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