Señorita Laura Aguirre, testimonio a imitar
23 de febrero de 2020, celebrarían el cumpleaños de la reconocida con cariño “Señorita Laura”. Quien habría nacido el 23 de febrero de 1901. Nuestra llegada el 18 de febrero del 2020, año de la pandemia del Sars Cov 2.0, quien iba a pesar nos tocara vivir el comienzo de esta situación mundial de salud, una pandemia.
Comparto desde lo que las sensaciones me provocaron, ahora las hago consciente; quise llegar, como alguien sin piel, desollado, sentir, oír, ver, oler, gustar todo lo que me rodeara, y con ello, conocer y comprender lo que más pudiera. La impresión que tuve al saber de la “Señorita Laura” me dejó una grata sensación, los breves momentos, pero tan profundos, en la Eucaristía que presidió el padre Juan de Jesús Báez Torres, pude entender la profundidad y trascendencia que dejó impresa la alegría no solo de estar ahí los ancianitos y ancianitas de ser atendidos en esa casa de descanso, donde eran visitados por familiares y amigos, pues, por la pandemia se restringió esa posibilidad, sino del gusto, serenidad y gratos recuerdos a pesar de las dificultades enfrentadas en tiempos difíciles, ya que la Señorita Laura se confiaba en la Providencia, en la oración ante Jesús Sacramentado.
Recuerdo a Pepita Bueno, quien falleció unas semanas después, con más de 100 años de edad, el gran gozo, de haber conocido a la Señorita Laura, todas las historias anecdóticas que habrá compartido todo el tiempo ahí, del testimonio de alegría, gozo y dificultad que habrían vivido al lado de la Señorita Laura.
Leonardo de Jesús Hernández Morales, quien me acompañó, desde México, le toco convivir en el momento de las sopas perotas, y me compartió el gusto que se disfrutan al lado de los residentes de la Casa Providencia.
María Ángeles López, nos mostró, el pequeño museo ubicado en el Santuario de Flores, donde se compila, tanto objetos como manuscritos de la Señorita Laura, en un proceso de catalogación. Entre los escritos hay signos de la buena administración de los recursos, además en una chalina de su pertenencia se encuentra un cabello, que podría ser considerada una reliquia de primer grado.
Soy el presbítero Mariano Isaías Montiel Acosta, de la diócesis de Nezahualcóyotl, México. Tuve la oportunidad de ir a Álora a una experiencia pastoral por seis semanas, por la pandemia, estuvimos once semanas. Leonardo de Jesús Hernández se animó acompañarme. Llegamos el 18 de febrero y regresamos a México el 12 de mayo de 2020. Nuestra experiencia se enriqueció al conocer los sitios donde la Señorita Laura dejó su testimonio de vida cristiana que fue más allá del conocimiento de la fe y de la esperanza de las niñas que cuidó, el amor a Dios la mantuvo en pie en tan valiente tarea. Se le recuerda con alta estima y, se le imita, pues su motivo fue la certidumbre que en Cristo Jesús esta la felicidad plena. Tantas personas, hombres y mujeres le tienen muy presente y devoción.
Que por su intercesión esta comunidad parroquial no solo sepa de ella, sino mantenga en sus sentimientos de cariño cristiano que tuvo a las niñas la Señorita Laura y sea motivo de continuidad como me lo han dejado ver en su devoción en la Semana Santa, que se vivió en cada hogar acompañados de los Santos Oficios por Don Juan de Jesús Báez Torres, un servidor y Leonardo de Jesús quien se encargó de la transmisión por el facebook parroquial a todos los hogares en el confinamiento por el llamado Coronavirus 19.
Que el reconocer las virtudes de la Señorita Laura Aguirre nos haga mejores cristianos.
Que la Señorita Laura Aguirre interceda para que los niños y niñas conozcan del amor de Dios.
Que el pueblo de Álora tenga una Santa, la Señorita Laura Aguirre.
Para la gloria de Dios y bien de nuestros pueblos.
En Jesús que nos une.
Pbro. Mariano Isaías Montiel Acosta
Preciosas palabras que llegan al corazón. Gracias por compartirlo y sobre todo ha sido un placer los momentos vividos padre Mariano. Un fuerte abrazo.
Gracias padre por su reconocimiento. Usted será por su valeroso escrito hacia nuestra humilde pero generosa Señorita Laura Aguirre Hilla, un buen sembrador de la semilla que ella dejó en todos los lugares que recorrió durante su larga vida. Aquí en Álora ha crecido su árbol. Usted ha tenido la suerte de poder conocer su obra y su entrega con la fe en Dios y su divina providencia con la que nos sacó adelante a un gran grupo de niñas, y ayudó todos los necesitados que pudo material y espiritualmente.
María de los Ángeles López Gutiérrez
Vice-postuladora de la causa de beatificación
Verdaderamente la Sra Laura, era una santa andante. Yo tengo grabada su imagen : con ropa austera, pero siempre limpia y elegante . Llevaba un bolso de mano, a modo de saquito, donde guardaría su rosario, su misal y un monedero donde guardaba la limosna, que Dios pondría en la mano de alguna persona, para que se la diera … ya que algunos días salía de la institución, camino del mercado, con ese monedero vacío.
Ella confiaba que la Divina Providencia, no dejaría a sus niñas.
Tenía una fe absoluta, mantenía la esperanza y practicaba la caridad.
Eso era su modo de vida: la entrega a Dios y al prójimo.
El semblante de Laura Aguirre, emanaba tal paz al mirarla, que la gente que la conoció, creo que siempre la tendrá presente.
Yo le rezo y pongo en sus manos mis plegarias, porque creo que desde el Cielo, seguirá ayudando a quien lo necesite.
Lo publico, como testimonio, para la causa abierta para su beatificacion